Con
la llegada del buen tiempo, las horas de luz creciendo y las vacaciones de
verano a la vuelta de la esquina, quien más, quien menos hace planes para
viajar. Nuestros peludos son parte de nuestra familia y como tal deberán contar
con aquellas medidas que les permitan viajar en el vehículo lo más seguro y lo
más cómodo posible.
Sobra decir que deberemos realizar
una serie de disposiciones tanto antes de montarnos en el automóvil para
emprender viaje como cada vez que a lo largo del trayecto, paremos para
descansar y estirar las piernas:
- Si paseamos un rato, nuestro perro entrará en el vehículo cansado y se dormirá, con lo cual, el periodoque pase en el coche será más llevadero y no tan aburrido para él.
- Evitar que ingiera alimento sólido si tiene tendencia a marearse. Con el estómago vacío evitaremos el vómito. Pero, si podremos ofrecerle agua si el viaje es muy largo, o si hace mucho calor.
- Cuando abramos la puerta del vehículo debemos evitar que nuestra mascota salte y salga corriendo del auto por su seguridad y por la del resto de los conductores.
Según la Ley de Tráfico y Seguridad
Vial en su artículo 13 y el Reglamento General de Circulación en el 18 indican
que los animales domésticos pueden viajar en los automóviles evitando
entorpecer tanto los movimientos como el campo de visión del conductor.
Al igual que en el caso de las personas, el Centro para Protección de Mascotas (Center for Pet Safety) realiza pruebas con maniquíes en vehículos (Crash test Dummies) para comprobar la eficacia y eficiencia de los sistemas de contención.
Actualmente existen multitud de métodos de contención para mascotas. Obviamente el hecho de llevarlo suelto en el interior del vehículo no se contempla en ninguno de los casos, pues además de ir contra la ley vigente y estar penado con 80€ de multa, en caso de frenazo, el perro puede convertirse en un proyectil que impacte contra el resto de los ocupantes causándoles lesiones y pudiendo dañarse él.
Al igual que en el caso de las
personas, el Centro para Protección de Mascotas (Center for Pet Safety) realiza
pruebas con maniquíes en vehículos (Crash test Dummies) para comprobar la
eficacia y eficiencia de los sistemas de contención.
El arnés con dos enganches evita el desplazamiento
del perro hacia delante. Para que funcione correctamente deberemos instalarlo
con la menor longitud posible conservando la comodidad de la mascota.
El trasportín rígido colocado entre los asientos delanteros y traseros. Como tienen poco espacio, la energía del impacto es absorbida y no suelen presentar lesiones graves. Si lo sujetamos con el cinturón sobre el asiento trasero, al recibir el tirón del impacto, el trasportín se romperá dejando a nuestro animal sin protección. En el maletero, si no ajusta perfectamente, puede oscilar y romperse también.
La rejilla divisoria en el
maletero les permite ir más cómodos y “cotillear” por las ventanillas traseras.
El inconveniente es la escasa sujeción del cuerpo de la mascota. Por ello
recomendamos su utilización junto con los trasportines adecuados al tamaño de
la mascota a trasportar.
Los remolques han sido la opción más utilizada para el desplazamiento de perros cuando su elevado número impedía que pudiesen ir seguros y confortables en el vehículo.
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Después de toda esta información, en manos de cada dueño está la elección del método de contención que más se ajuste tanto a las necesidades del vehículo y la ley, cómo de nuestro peludo compañero de viaje.
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