Los gatos pueden desarrollar enfermedades y afecciones que perjudican la función de su sistema inmunológico. Las enfermedades por inmunodeficiencia tienen graves consecuencias. De hecho, reducen las defensas del organismo del felino contra las infecciones. Afortunadamente, las enfermedades autoinmunes de la piel son raras en los gatos.
Es importante saber que algunas enfermedades autoinmunes en gato se heredan y otras son causadas por infecciones virales (por ejemplo, infección por el virus de la inmunodeficiencia felina), desnutrición, estrés, venenos o cáncer.
¿Qué es una enfermedad autoinmune?
El término autoinmune es confuso. El organismo de cualquier ser vivo cuenta con un sistema inmunológico que le protege de invasores extraños que pueden causar enfermedades e infecciones; sin embargo, si tiene una enfermedad autoinmune, el sistema inmunológico se ataca a sí mismo por error y causa una enfermedad grave. Las células inmunitarias no distinguen las células sanas normales del cuerpo de las células extrañas. Debido a esto intentan destruir los tejidos normales.
La causa de este "error" no se comprende bien. La enfermedad autoinmune puede afectar un solo sistema o múltiples sistemas corporales. Las enfermedades autoinmunes pueden afectar la piel, el tejido conectivo, los nervios, los músculos, el sistema endocrino, los glóbulos rojos y el sistema digestivo.
Esto es importante saberlo porque los gatos con enfermedades autoinmunes no deben vacunarse excepto en determinadas circunstancias.
Enfermedades más comunes en gatos
Deficiencias en fagocitosis
La fagocitosis es un mecanismo esencial del sistema inmunológico. Los fagocitos son glóbulos blancos que se tragan y luego matan a los antígenos extraños, como las bacterias, en un proceso llamado fagocitosis.
Es decir, son células que engullen (fagocitan), digieren y matan a los invasores extraños. Los fagocitos responden rápidamente a las infecciones como parte de la respuesta inmune inespecífica. Además, pueden servir como parte del sistema inmunológico al alertar de la presencia de invasores extraños.
Una deficiencia en la fagocitosis puede ser causada por un número bajo de fagocitos en la sangre o por un defecto en su capacidad para actuar normalmente. Pueden ser congénitas o adquiridas a causa de enfermedades o medicamentos. La deficiencia aumenta la susceptibilidad a infecciones bacterianas de la piel, el sistema respiratorio y el tracto gastrointestinal.
Debido a que un gato con un número reducido de fagocitos tiene problemas para combatir las enfermedades, las infecciones pueden convertirse fácilmente en complicaciones potencialmente mortales. Estas infecciones responden mal a los antibióticos.
Algunas afecciones en gatos que se sabe que afectan la fagocitosis incluyen virus como la leucemia felina, la panleucopenia felina y la inmunodeficiencia felina; así como diversos trastornos de la producción de glóbulos blancos y trastornos de la médula ósea. Ciertos medicamentos también pueden inhibir la producción de fagocitos.
Inmunodeficiencias selectivas
Los gatos persas tienen tendencia a desarrollar infecciones graves y, a veces, prolongadas de la piel, el pelaje y las garras. Muchas son causadas por infecciones fúngicas, incluida la "tiña". En algunos gatos persas, las infecciones fúngicas invaden la piel y provocan la formación de pequeñas masas carnosas o granulosas llamadas micetomas.
Inmunodeficiencias causadas por virus
Existen varias enfermedades de este tipo. Veamos las más importantes:
Parvovirus
El parvovirus se presenta tanto en perros como en gatos. Esta enfermedad viral, llamada panleucopenia felina, causa una reducción severa y a corto plazo en la cantidad de neutrófilos y en la capacidad de respuesta de los linfocitos. Estos fallos del sistema inmunológico permiten que el virus prospere y aumentan el riesgo de infecciones fúngicas.
Infección por el virus de la leucemia felina
La infección por el virus de la leucemia felina (FELV) en gatos causa deterioro de múltiples funciones inmunes. Un gato infectado tendrá un sistema inmunológico deteriorado y un mayor riesgo de contraer infecciones por bacterias y otros agentes infecciosos en el medio ambiente.
El virus de la leucemia felina es una importante enfermedad infecciosa de los gatos en todo el mundo. Desafortunadamente, no existe un tratamiento para los gatos infectados con este virus. No obstante, algunos gatos FELV positivos pueden vivir durante años sin mayores complicaciones. Sin embargo, sí existe una vacuna para el virus de la leucemia felina.
Virus de la inmunodeficiencia felina
El virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) se transmite de un gato a otro a través de la saliva, principalmente al morder. Los gatos que pueden vagar al aire libre, los gatos machos y los gatos mayores tienen más probabilidades de infectarse. Esta infección viral ataca el sistema inmunológico y provoca infecciones de las encías, la boca, el tracto digestivo, el tracto urinario y la piel.
Poco después de infectarse, los gatos pueden tener fiebre y agrandamiento de los ganglios linfáticos (glándulas). Sin embargo, estos signos desaparecen y el gato puede parecer sano y sin más signos de infección durante meses o años. Sin embargo, una vez infectados, los gatos permanecen infectados de por vida y la mayoría eventualmente tienen un deterioro de la función inmunológica y un mayor riesgo de infecciones.
No existe un tratamiento eficaz para este problema, aunque sí se pueden atender los síntomas, por ejemplo, administrando antibióticos para las infecciones bacterianas, proporcionando una dieta equilibrada, controlando los parásitos, manteniendo al gato en el interior y aislado de otros gatos y eliminando los tumores.
Existe una vacuna para el virus de la inmunodeficiencia felina, pero no todos los gatos vacunados estarán protegidos, por lo que es importante prevenir la exposición, incluso para las mascotas vacunadas.
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